Sobre el silencio no se puede opinar, no hay crítica posible, sobre nada, nada hay, otra cosa distinta es opinar sobre los efectos colaterales del silencio. Tan difícil es opinar si es un símbolo de fortaleza, el que Rajoy no suelta prenda y la lectura es que lo tiene todo atado y bien atado, o un símbolo de debilidad, pues demuestra que Rajoy no tiene ni las ideas claras ni los apoyos necesarios dentro del partido.

Personalmente me lo he jugado a cara y cruz y la moneda me la ha jugado a mi, pues la muy suya se ha quedado de canto, o sea que la moneda se abstiene. También he de decir que para las apuestas del PP, la moneda que uso es una moneda no muy vieja con la cara de Franco y el aguilucho en la cruz, y mira por donde la moneda que representa la derecha de siempre la más reaccionaria, no se moja, como si la cosa no fuera con ella.

La moneda me da la rima, y yo la sigo, el que la derecha este a la expectativa como si no fuera con ella, es un efecto colateral, los curas, parte de la patronal, los conspiro adictos, necesitan dianas para hacer blanco, necesitan los boletines internos del partido para meter las narices en los nuevos tiempos, y no tanto para hacer piña con el PP, sino para saber si sus postulados están bien escritos y bien representados en los nuevos boletines del partido.

Para la derecha no es cuestión de caras, sino de mensajes, para los votantes del PP, no es una cuestión de caras, sino de «Fe», fe ciega en que los suyos son los mejores, los más altos, los mejor vestidos, los más preparados y los más guapos.

Para Rajoy no es cuestión de caras, sino de que estén representadas todas la sensibilidades regionales, Más difícil que seleccionar el próximo portavoz del congreso y el equipo de apoyo, es preparar el próximo congreso, y cuando digo preparar, no me refiero a los aspectos organizativos, sino preparar la lista de compromisarios, decidir cuantos van de que comunidad, y cuales son los nombres de los compromisarios.

El partido debería de dar un homenaje a Maria Cristina de Castro, militante de base que se postula para el cargo de presidenta del partido, como muestra que la democracia interna del partido funciona incluso en la celebración de convenciones para elegir presidente/a.

Para mi, (y es un lectura personal de los acontecimientos, incluso de los que han de venir), la primera muerta del próximo congreso del PP, es la democracia interna del partido, pues resulta que no todo el mundo se puede presentar para cargo de presidente/a.

Preparar el próximo congreso, me suena como cuando el Papa, en el fin de su mandato nombra a 60 nuevos cardenales, con el nombre del próximo Papa bordado en las mangas de sus nuevos trajes púrpura, o como cuando los presidentes del Real Madrid preparan las asambleas con miles de votos de correo, representado a miles de votantes fantasmas.

Gran tarea la de preparar un congreso, gran cantidad de trabajo preparando la lista de compromisarios antes de nada.

El silencio como resultado de la cantidad de trabajo, y es que Mariano no puede estar en al plato y las tajadas, preparando caras, reuniéndose con parte de los barones del PP y rehuyendo de la otra parte.

El silencio nos priva de la prosa inteligente y mordaz de los contertulios que no siendo de partido alguno, ni interesados en política, derivan a la derecha, es patético ver y oír los últimos debates de 59 segundos o los debates de la cadena publica e imparcial Tele Madrid, donde por falta de directrices las voces de la derecha enmudecen o se cabrean entre ellos, pues no atinan a ponerse de acuerdo en la figura de su gran líder y terror de Zapatero, Mariano Rajoy, no atinan en verlo dentro o fuera, hay una parte de la derecha de siempre que no ve claro de Mariano continúe.

Para Rajoy seria más sencillo tirar de amigos, para cubrir los puestos, o los más clásico tirar de familia, pero como que no tiene ni tantos amigos, ni una familia tan larga, sobreviene el silencio.

Estamos en una silenciosa tarde de domingo (29 de marzo de 2008), preludio del ruido de las trompetas. Opción A) Trompetas atronadoras para derribar los muros que dan paso a La Moncloa. Opción B) Trompetas tocadas por señoritas que dejan ver sus prendas intimas de color azul y su trasero para despistar al contrario y a los suyos. Opción C) Trompetas del silencio, para que todo siga igual hasta el mes del nuevo congreso preparado y apañado.

Como no tengo monedas de tres caras, me quedo con las caras de los conspiradores del ladrillo enganchadas a la diana de los dardos.