Cuarto Acto. Los manifestantes se cansan de que no se les escuche y el sheriff de la puerta no les deja entrar al pleno.

Sobre las diez de la noche llegan los ruegos y preguntas, y los vecinos toman la palabra para expresar sus quejas. Libreros, comerciantes, niños, vecinos, uno a uno cogen el micrófono y exponen sus problemas, que son los de todos, y el equipo de gobierno municipal toma nota y promete al menos dar por escrito contestación, que no soluciones.

El concejal de Izquierda Unida toma la palabra para denunciar que en la puerta del ayuntamiento, los policías urbanos no dejan entrar al pleno los vecinos abajo concentrados, murmullos e indignación mayoritaria, menos la del concejal de seguridad que intenta malamente justificar lo injustificable, pues no se puede prohibir el paso a los vecinos al pleno, y mucho menos presuponer y juzgar que todos ellos van a ser tan mal educados y malas personas como él (y es que todo bribón cree que los demás son de su condición), ni que decir tiene que no paso nada, y que por no haber no hubo ni una palabra más alta que la otra, dejando a dicho concejal a la altura del betún.

Una vez todos dentro, y daba gloria ver el salón del pleno con tanta gente y con tanta expectación, y por supuesto no era una celebración del primer aniversario de su victoria electoral del PP, más bien todo lo contrario, una concentración pacifica y numerosa para exponer cada una de los temas en los que están metiendo la pata.

El alcalde ante tamaña audiencia coge fuerza, micro y pide silencio para que se escuchen sus explicaciones por el tema de la plaza de la tortuga, no estaba en el guión pero el baja a la tierra para dar las oportunas explicaciones a los mortales, los dioses sus compañeros del olimpo de dejan solo y le estropean el micrófono, pero el no se amilana y nos recuerda a todos su pasado de profesor universitario y nos explica que en plazas mas grandes y peores a lidiado.

Los vecinos de Tres Cantos tenemos que estar agradecidos por tener un alcalde que mientras duerme piensa en la mejoras de su ciudad, y promete que de momento solo piensa que ya llegaran otros momento en los que habrá tiempo de escuchar y hacer alegaciones. Todos nosotros tenemos suerte de tener un alcalde que piense en términos de sostenibilidad, accesibilidad mejoras de los accesos y salidas de la ciudad y del deseo de hacer una guardería privada, en el parking disuasorio de la estación de de trenes, (si le dejamos).

Y es que la ciudad crece y necesita de más y mejores infraestructuras tanto de comunicación como logísticas, aunque todo ello pueda representar lo que represente y se haga de hacer lo que se tenga de hacer, que por supuesto el señor alcalde no dice ni da explicaciones, si es verdad que hablo de la plaza de la tortuga, y lo que yo entendí de su discurso entre líneas es que la tortuga ya puede buscar otro parque.

El señor alcalde es como el incendiario que después de provocar fuego al monte se presenta como voluntario para apagar el fuego, como profesor de universidad que sabe ver más allá que todos nosotros, es capaz de usar sostenibilidad, cambio climático, Kyoto, y mejoras de infraestructuras en una misma frase.

Un niño toma la palabra en el pleno, risas en el respetable, risas en el equipo de gobierno, pero el también dijo su frase, «Señor alcalde no toque la plaza de la tortuga».

El señor alcalde tiene amnesia, y su partido (PP) pervierte y especula con los usos del suelo, en los últimos años con ayuda de los votos del PP en el ayuntamiento se han ido otorgando licencias de construcción (ladrillazo) en muchas parcelas alrededor de la estación que hasta hace poco estaban vacías o sus usos protegidos por normas urbanísticas más restrictivas. Hoy todo esta construido, hoteles, bloques de pisos, lofts, no hay espacio útil para servicios de la comunidad, solo quedan las plazas publicas, y las tropas del PP, se lanzan como hienas sobre el suelo publico.

Nuestro alcalde que no duerme y sus empresas colaboradoras ya diseñan planes para la realización de la transformación y de la adecuación de los servicios al tamaño de la ciudad, pero claro si ya nos hemos construido en todas la parcelas privadas, solo quedan las publicas, y el señor alcalde tiene unos planes maravillosos para todos nosotros, nos vamos a repartir las plazas publicas entre todos, las empresa construirán los intercambiadores y nosotros iremos a ver las tortugas a terrario de la estación de Atocha.