Antes de leerse este articulo conviene buscar en google, “Ley orgánica libertad sindical año 1985”, y echarle un vistazo. Así como a la entrada de la Wikipedia: Wikipedia Elecciones Sindicales

Bien así da gusto un poco de documentación no hace daño a nadie.

Voy a descriminalizar a los liberados sindicales, al mismo tiempo denunciar la acción de Esperanza 2012, de hacer público los nombres de varios manifestantes, así como hacer públicas unas filmaciones con sus nombres.

Por el repaso de la ley ya sabemos que los representantes sindicales, pueden agrupar las horas de acción sindical en uno o varios representantes, llamados por este hecho “liberados”, en ello no hay nada de ilegal ni reprochable moralmente, tanto si son pocos como si son miles de ellos en todo el territorio nacional.

Hubo un tiempo en el que las empresas se cebaban en despedir a los representantes sindicales, con la intención de sacarse de los centros de trabajo a los que según su juicio eran los más alborotadores, por ello y como logro del post-franquismo se consiguió consensuar la acción de los representantes sindicales dentro de la ley de libertad sindical que se publico en 1985.

En las empresas y centros de trabajo siempre hay reivindicaciones pendientes de satisfacer según los sindicatos, tomando como referencia el último convenio siempre quedan temas pendientes en las mesas de negociación constituidas por empresarios y organizaciones sindicales de izquierda o de derechas (que también las hay).

Cuando las cosas se ponen feas en los convenios salta la conflictividad laboral, el mal rollo y la baja productividad así como la posibilidad de huelgas más o menos salvajes, este negro panorama contrasta cuando hay ausencia de conflicto pues los temas se van resolviendo en las mesas de negociación con los sindicatos (representantes de los trabajadores), este placido clima se llama “Paz Social”.

La empresa no puede permitir el asambleismo continuo, ni que cada trabajador genere por si mismo un conflicto con los jefes o con RRHH, para evitar estar hablando muchos con muchos, desde los dos ámbitos (empresa y asalariados) se delega el dialogo en representantes, tanto sindicales como patronales.

En empresas grandes, los representantes sindicales se profesionalizan esto quiere decir que por un lado la formación continua en mil y un conflicto como el asesoramiento legal y formación de los sindicatos estos representantes están más al loro de toda la legislación laboral y sus cambios que la mayoría de los trabajadores. También estos representantes de los trabajadores, están en muchos casos más sensibilizados y actúan ante las injusticias de su entorno laboral mucho más rápido que el resto de los trabajadores.

Para muchos trabajadores los posibles conflictos laborales derivados de la acción de privatizar la enseñanza y la sanidad publica del gobierno de la Comunidad de Madrid, sean simplemente noticias, y en algunos casos noticias sesgadas por los medios de comunicación, pero, para los profesionales o liberados sindicales del sector sanidad son la fuente de un sinfín de conflictos laborales, en muchos casos generados por la degeneración de las condiciones de trabajo, en otras por el absurdo de que determinados servicios han de funcionar mejor por el hecho de ser privados, y en otros que son los que hoy comentamos, la apertura de los nuevos servicios sanitarios solo pone de relieve la improvisación y la falta de planificación adecuada a la hora de resolver los traslados de los nuevos hospitales, ya sean públicos o privados.

Si cuando llega el señor Güemes y es increpado por liberados sindicales, tanto uno como los otros están desarrollando sus funciones sin que por ello estén realizando nada ilegal es si mismo. El señor Güemes inaugurando o visitando nuevos servicios sanitarios y los representantes de los trabajadores mostrando su insatisfacción por el trato que se dan a los trabajadores y a los usuarios de los servicios asistenciales.

Pero lo que si es moralmente reprochable el que se quiera criminalizar la acción sindical por el hecho de ser acción sindical en si misma, pues en ello no hay nada ni ilegal y reprochable, en cambio si es ilegal (por el ámbito de la nueva ley de protección de datos personales) en poner nombres y apellidos a los representantes sindicales y airearlos por televisión y prensa afín como si de criminales se tratara.