La solución a la crisis pasa por darle a la máquina de hacer dinero, estamos hablando de 10% del PIB de la zona euro o 1.260.000 millones de millones de euros (1,26 Billones), significaría hacer un paréntesis a la norma de no superar el 3% del PIB, independientemente de este 3% estoy planteando un 10% del PIB adicional.

Cada país estaría autorizado en comprometer un 10% de su PIB para apalancar la crisis. ¿Qué hacer con todo ese dinero?: Comprar acciones de los grandes bancos que hagan aguas, los órganos de gobierno de las entidades continúan en sus funciones, y en el caso de profesionales o directivos irresponsables se despiden.

Comprar activos de aquellos bancos que no encuentren liquidez en los mercados, para que puedan continuar con su labor de prestar dinero a empresas, particulares y entidades municipales.
Comprar acciones de empresas de sectores estratégicos por ejemplo energía, petróleo, infraestructuras, de empresas en dificultades.

Compra de suelo para construcción de viviendas públicas, y potenciar el mercado de viviendas de alquiler.

Compra de activos de calidad a empresas que necesiten equilibrar sus balances, y no encuentren dinero en el mercado bancario para sus necesidades de funcionamiento. Constituir agencias que absorban temporalmente hipotecas de particulares en dificultades, facilitando a continuación el pago de las mismas, ya sea alargando el plazo ya sea congelando los intereses.

Constituir agencias que absorban temporalmente las hipotecas, permita a los propietarios la permuta temporal de las cuotas de hipotecas por cuotas de alquiler.

Paralelamente a estas medidas, poner en marcha a los fiscales para que identifiquen a los responsables de los desaguisados económicos, y paguen penalmente por ello.

Estamos en una crisis de confianza sin precedentes, hoy cualquiera que tenga prisas por vender ya sea acciones, terrenos o casas, se verá penalizado por la crisis generalizada, incluso en fondos de pensiones garantizados en acciones que cotizan en bolsa, sobre todo no vender, sería catastrófico.

Por ello el billón de euros se pone a funcionar para no tener que llevar a perdidas las inversiones, el estado apalanca las acciones o los activos y espera el momento alcista de la economía para transformar la deuda en dinero. Lo que el estado compra hoy y no tiene prisa por vender, se ejecuta en el momento oportuno para que nadie resulte dañado excesivamente por la especulación de unos pocos.

¿Qué pasará si no se realiza este plan? Pues lo mismo, los estados miembros de la Comunidad Europea tendrán que poner dinero de forma no concertada para esquivar la crisis, con la diferencia que en vez del 10% del PIB podría ser mayor la cantidad de euros que se han de aportar por no hacerlo a tiempo.

No hay que olvidar que hay fondos soberanos que están esperando su momento, y quedarse con las principales empresas mundiales a precio de ganga, y seria de lo mas cómico ver como parte de toda esta crisis está en el encarecimiento especulativo del petróleo y ver que con ese dinero (que era de todos) se nos expropian las empresas más representativas de occidente.

No lo podemos permitir, no debemos dejar a lo queda de nuestra empresas a la posibilidad de intervención de especuladores soberanos.

No hablo de una nacionalización de la banca y las empresas, hablo de crear fondos que gestionen los activos de las empresas y los bancos para que estos no pierdan valor indefinidamente. El estado y las agencias que se creen se hacen albaceas de los bienes y los devuelve al mercado en el momento alcista del ciclo económico.

Claro está que además de crear estas agencias, se crearan nuevos órganos de control a nivel internacional para impedir procesos especulativos globales que puedan poner en peligro el orden económico global.

Claro esta que hay que identificar a los culpables y llevarlos a la cárcel.

En España representaría elevar de 50.000 millones de euros el plan actual presentado por el gobierno a 100.000 millones, y ampliar los sectores a los que va dirigido, como ya he expuesto un poco más arriba.
Por supuesto la medida es parecida a la que han puesto en marcha los EEUU, pero el cambio radical esta a quien se ha de proteger, no solo a la banca sino que también a los hipotecados y a los que tenemos algo de dinero ahorrado en los bancos