Leo estos días que en Alemania se venden tres veces más las obras de Karl Marx, y en concreto su obra paradigmática El Capital , que hace un año, no creo que sean los obreros que se han desilusionado de la social-democracia y estén votando mayoritariamente a la democracia cristiana, más bien son las elites gobernantes, políticos, economistas e intelectuales, para entender de raíz que significa intervenir en el mercado, o lo que es lo mismo que partes de la economía de deben de estar sujetas a la tutela publica.

Es cierto que los socialdemócratas alemanes y europeos en general, se han arrimado al hombro de capitalismo liberal, más que preocuparse de refundar o redefinir la economía socialista. Hoy en todos los foros o mesas de opinión economía socialista es igual a economía comunista o economía planificada ya obsoleta, en este marco conceptual los socialista europeos hemos caído en la trampa de no salirnos del marco dialéctico economía socialista igual a fracaso.

El paradigma de una  economía socialista, establece hoy la necesidad de crear un núcleo de actividades económicas sólidas al paraguas del estado, educación, sanidad, justicia, vivienda, etc y al mismo tiempo crear las condiciones para un mercado libre, y la libre empresa, en la que estarán vetadas determinados productos y servicios.

El paradigma de una economía socialista en la vertiente moral, se caracterizara por alinear las actividades económicas, a principios de responsabilidad social, medioambientales, y de sostenibilidad.

El capitalismo humanitario, no existe, el capitalismo autorregulado es una falacia, y la codicia de la especulación es una espiral sin fin. Mejor dicho sin fin no porque el limite lo ponen los recursos disponibles, y he aquí uno de los factores del colapso del sistema capitalista actual, que no es otro que los recursos disponibles son limitados.

La deuda de los EEUU, y de sus aliados económicos no puede ser mayor ni crecer más rápido que la capacidad de crear recursos de todo el sistema, los EEUU con la guerra de Irak, y con la necesidad de cubrir los riesgos de sus famosas hipotecas así como seguir alimentado financieramente todo su despilfarro, ha llegado al colapso del todo el sistema.

Cuando los EEUU ponen el 10% de su PIB, para en lo posible salvar su economía, lo hacen no de forma altruista con respecto a los demás países amigos o enemigos, los EEUU, los hacen para tapar las hemorragias en clave economía interna, si en estos momentos los otros países hubiesen podio dotar o poner en la mesa los recursos necesarios, los EEUU no estarían en crisis, solo estarían más endeudados.

Cuando Europa y el resto de países hacen lo posible para resolver la crisis de sus respectivos sistemas económicos, no solo lo hacen en clave interna sino que también no pierde de vista las consecuencias de la crisis en sus vecinos.

La globalización paradigma de apertura de mercados, nos pone de relieve el colapso de los recursos, «los recursos planetarios son los que hay, y tenemos la obligación de moral de mejorar su administración».

La risa de Aznar, con respecto al cambio climático, nos retumba en los oídos, los pocos liberales que defienden a capa y espada «el liebre mercado de todo para todos» están en la última resaca de su doctrina, cada día que pasa a la misma velocidad que se incrementan las listas de parados, también aumentan los economista liberales que se apuntan a la regulación de los mercados.

Administrar y socializar los recursos finitos, reconvertir las industrias no sostenibles, orientar la economía para mitigar los efectos del cambio climático, cerrar los paraísos fiscales y chiringuitos financieros, cerrar los mercados de armas,  garantizar la educación, la sanidad, la vivienda y unas pensiones dignas son el cuerpo de la «nueva economía socialista».