La economía real se basa en la producción, comercialización de productos y servicios, y para facilitar el trueque y las transacciones económicas, los ciudadanos, las empresas y los gobiernos necesitan de flujos de capital,  los excedentes  (beneficios) o el ahorro se depositan en los bancos y ellos a su vez los revierten en el sistema en forma de préstamos para generar nueva actividad, y así hasta el infinito y más allá.

 Todo este ir y venir de capitales está a salvo cuando el banco al prestar el dinero tiene suficientes garantías por parte del beneficiario del préstamo para que en el caso de quiebra o fallida el banco recupere lo prestado exigiendo las garantías.

 El apodo de economía «real» viene dado por que tanto productos o servicios son tangibles, o para expresarlo más crudamente se pueden llevar en un carro, si se puede llevar en un carro es real, es tangible. Todo proceso productivo empieza transportando materias primas para su transformación, al mismo tiempo hacen falta servicios también visibles como por ejemplo el transporte,  o un sinfín de procesos de adición de valor hasta llegar al punto final de su consumo o ser incorporado en otro producto más complejo.

Las empresas surgen de la necesidad de juntar masa crítica (humana y financiera) para elaborar productos y servicios complejos. Las empresas también se convierten en productos y se compran y se venden, y si son muy grandes para facilitar las cosas se hacen partes (participaciones o acciones) y se genera un merado de «partes» de empresas o negocios, (la bolsa).

Los ciudadanos y las empresas tienen un valor por el conjunto de posesiones que tienen (activos) y una capacidad de endeudamiento latente que es el equivalente al valor contrastado de las garantías que pueda presentar (nuevamente activos). Entre el valor de los activos y el valor de estos como garantías siempre hay un diferencial de prudencia a la baja.

Los gobiernos tienen activos, y una mayor capacidad de endeudarse, si la maquina del dinero la controla el propio gobierno, la capacidad de hacer dinero puede ser ilimitada (control sobre su propia moneda), pero si los gobiernos han de recurrir a otros gobiernos o entidades financieras o monedas extranjeras están sujetos como los ciudadanos y empresa a limitaciones en su capacidad de endeudamiento.

Productos, servicios y dinero, están presentes tanto si hay libre mercado o un mercado restringido, tanto si es un modelo económico liberal o un sistema económico socialista.

El elemento diferenciador de los distintos  modelos esta en otorgar o no a los mercados la capacidad de auto regularse, en contra de una acción de gobierno en pos de una regulación más menos restrictiva.

¿Regular qué? Por ejemplo, número de farmacias por barrio, número de notarias, numero de estancos, número de fábricas de cualquier tipo, regulación de actividades contaminantes, condiciones para la competencia, limitaciones a los oligopolios y así hasta el infinito.

Los estados pueden perturbar la «paz» de los mercados, modificando las políticas fiscales, metiendo al país en una guerra (siempre innecesarias), o tomando decisiones a contracorriente (por ejemplo Islandia al no optar por el Euro en su momento), y al revés también pasa, los mercados globales traen de culo a muchos países que dependen del valor de las materias primas para equilibrar sus  economías.

La economía financiera, se basa en comercialización de productos intangibles como son «futuros», Warrants, paquetización de hipotecas, muchos de estos productos se ponen en marcha para cubrir los vaivenes de las bolsas, y actúan como fuente de financiación extra o como garantías de inversión en tiempos difíciles.

Hay productos más honrados, puesto que nacen para cubrir riesgos, ¿Cómo? Pues muy sencillo haciendo participes a otros de riesgos asumidos en un primer nivel, unos redistribuyen riesgos otros ganan intereses extras cuando finalizan los plazos.

Hay productos más canallas, como por ejemplo el comprar acciones y especular a corto con su valor a la baja, De estos últimos simplemente comentar que los deberían prohibir.

La principal diferencia entre las entidades que se dedican a la financiación economía real (bancos) están más estrechamente reguladas que las compañías que intermedian con productos financieros.

Como todo en la vida, la raíz del problema no esta tanto en el comienzo de las cosas sino en como son de grandes o terminan. Los productos financieros algunos de ellos son buenas ideas, pero la falta de regulación los deforma y deforman la economía.

En tiempos de crisis los bancos centrales bajan los tipos de interés, tanto en EEUU, Japón, como en la Unión Europea hemos tenido un periodo largo en los que los interés han estado en su valor mínimo, este esfuerzo por tener un dinero barato, a creado un gigantesco motor de avaricia, los bancos han entrado al juego de comprar productos financieros (mejor renumerados) y trasladarlos a sus clientes para mostrase atractivos al nuevo dinero. Este impulso de conseguir mejores condiciones partiendo de tan abajo ha llevado a miles de bancos y a millones de empresas y ciudadanos a invertir dineros en productos exóticos pero bien renumerados (cuando estos finalizaban sus plazos).

Por un lado EEUU, necesita financiar una deuda gigantesca, al cuento de hacer atractivo el dólar frente a la ruina de otras divisas, preconiza el libre mercado a la vez que inunda de productos financieros basura el orbe, en esta situación ya de por si muy estresante los EEUU se meten en una guerra que para la cual necesitan unos recursos económicos que no tienen, generando una situación de inventarse nuevos cuentos y productos financieros para que los demás países no dejen de enviar fondos a los EEUU.

Mientras los EEUU no paren de endeudarse hasta el infinito, no se parará la necesidad de cubrir tamaño déficit, a costa del crecimiento económico de todos los demás.

La solución para por crear un orden Económico internacional donde los EEUU sean un invitado más a la fiesta. Se puede crear un Orbe Euroasiático desbancando el eje NY // Londres.