La  Red a pasado en poco tiempo de el canal o el soporte por donde va la información a ser la información, a pasado de ser los nervios de la medula espinal a ser la  «conciencia».

  La Red sabe, la red se comunica con nosotros y nosotros con ella con los buscadores, entre otros el más utilizado Google.

  La pantalla blanca de Google, simple y funcional, sin apenas imágenes ni banners, solamente con una zona de entra de datos, se ha convertido en la conciencia global.

Los sabios callan al igual que Google, herramienta hierática donde las haya, sin florituras sin adornos solamente con su nombre como bandera y marca.

  Lo que se nos muestra hoy es la capacidad de predecir donde habrá epidemias de gripe por el uso que hacen del buscador las personas que están incubando el foco infeccioso.

  De la misma manera que una infección se comporta el nacimiento de una nueva ideología o religión, o de la misma manera comienzan las revoluciones, contagiando las ideas, contagiando los estados de ánimo y las emociones.

  Hay formas de expandir la publicidad que se apodan «publicidad viral», del contagio del boca a boca al efecto multiplicador de los mensajes cuasi gratuitos por sms y por email masivos.

 Jesucristo todavía no sabe donde esta la geolocalización del establo del proximo  belen, seguro que esta utilizando el google y sus herramientas para decidirse de su ubicación.

 Jesucristo no lo sabe, ni sus apóstoles, ni sus profetas, pero google, ya tiene la bola con el numero ganador.

 Toda moda es contagio, toda ideología se contagia, todo contagio utilizan los mismos algoritmos de expansión, el azar a muerto, la predecibilidad de los algoritmos fractales en la «teoría del caos» nos anuncian cuan angelitos en un árbol el advenimiento o las nuevas buenas.