Si, españoles, Franco ha muerto.
Para algunos todavía algo imposible de soportar, les lleva al empeño y al delirio que Franco al igual que para otros Elvis aun sigue vivo. Y siguen vivos por que en muchos sitios te los encuentras a la luz del dia cara al sol.
Muchas calles, muchas estatuas y muchos otros tantos epigramas presentes ante nuestros ojos hacen imposible creer que Franco no este vivo, para algún nostálgico su figura es histórica y es suficiente pretexto para que merezca estar presente.
El juez Garzón, una vez más ha buscado y encontrado los limites de la justicia humana, universal y divina, en los autos llevados acabo por las posibles responsabilidades penales por genocidio de la dictadura franquista y por las responsabilidades penales que están detrás de los responsables de la desaparición y exterminio de personas una vez acabada la guerra.
No juicios, no testigos, no procedimientos judiciales, ni siquiera la guardia civil custodiaba los presos, fuerzas paramilitares campaban por doquier señalando y matando a destajo, varios años acabada la contienda.
El juez Garzón a confirmado la muerte de Franco para muchos es un tremendo disparate el procedimiento e incluso el atrevimiento de pedir el certificado de defunción del susodicho, pero yo intuyo que con su procedimiento ha certificado la muerte de lo que quedaba de él en el presente. Hoy, tal vez mañana en muchos ayuntamientos por fin se acometerán las obras necesarias para eliminar de las calles a tal infame figura.
El juez Garzón, ha defraudado algunas expectativas con respecto a sus procedimientos, él a dado un empujón a las causas de los desaparecidos. Hoy, tal vez mañana y una vez muerto el recuerdo, las fosas se abrirán y se buscaran a los cuerpos sin nombre, sin lapidas, sin flores. Hoy, tal vez mañana las fosas y franquismo sigan procedimientos separados. Para los parientes será más sencillo, solo se tratará de abrir las fosas y encontar sus muetos.
Los jueces provinciales cuando tengan que reabrir una fosa, se centraran en la fosa, por que el franquismo a desaparecido del horizonte real judicial, y no estorbará más a la causa de los sin flores.
Seguro que si escarbo encuentro más de un reproche al juez Garzón, también estoy seguro que le huelen los pies, y los pedos, pero también es verdad que la Justicia, con el esfuerzo de hombres como él ha dado un paso de gigante.
Hoy después de sus controvertidos procedimientos, no asombra ya al mundo el que se pueda llevar a un genocida en cualquier país (con unos jueces con cara y ojos), a la cárcel o al menos intentarlo.
Hoy la Justicia es más global, y sus brazos abarcan todo el planeta, ningún genocida saldrá de su madriguera y podrá pasearse alegremente por ciudades como Paris, Londres o Madrid, basta con una denuncia para que los procedimiento echen a andar y los canallas a correr.
Hay jueces que piden más medios, otros que miran a otro lado cuando ellos fallan, hay jueces para todo, pero también tenemos a jueces como Garzón que mete el palo en el charco de aguas oscuras de la historia.
Veo como la mayoría la estela del estrellato en su figura, pero más importante es su labor, si los malos lo temen, si los narcos lo odian, si los terroristas lo quieren ver muerto, si la derecha lo quiere hundir, si para sus compañeros jueces es un dolor de muelas, para el resto de los mortales es un héroe.