Tercera  flecha, no es un receta económica, ni una receta medioambiental, ni una receta de medidas sociales, es un cambio de paradigma, si en los últimos años los progresistas leíamos y/o almacenamos en nuestra estanterías muchas veces sin leer los contenidos que representaban una renovación ideológica acorde con las transformaciones socioculturales del siglos XXI, en cambio, en nuestros hábitos externos y de consumo hemos despilfarrado y nos hemos endeudado dejándonos llevar por el vellocino de oro.

La economía esta en crisis, y a la misma vez el sistema ideológico que lo sustenta se viene abajo, todos sentimos el terremoto que esto supone, cada vez conocemos a más gente en el paro cada vez las noticias macroeconómicas son más negativas, a la misma vez que nos retraemos en nuestros gastos y nos dejamos llevar por la resignación de meter la cabeza bajo el suelo y esperar que la tormenta financiera  amaine pronto.

La derecha y sus postulantes liberales y neoconservadores están en el parapeto de «nosotros no somos ni hemos sido los culpables», pero están convencidos que las recetas de más libertad de «libre mercado», más libertad de despidos, menos impuestos,  menos estado de bienestar, y menos sector publico dejando al estado solamente las cuestiones de seguridad nacional (o lo que es lo mismo un ejercito de mercenarios), arreglarían las cosas de un plumazo, que son justamente las políticas que nos han llevado a la situación actual.

¿Pero que dicen los progresistas? Hay quien ni los oye, por citar un ejemplo, Juan Torres Garrido, se pregunta ¿donde esta el partido socialista?, en las páginas digitales de la publicación on-line de http://www.elplural.com/, se puede  leer en el siguiente post:  http://www.elplural.com/opinion/detail.php?id=30723.

Desde la misma posición de analizar las cosas desde la barrera, podríamos preguntarnos, ¿dónde esta la clase trabajadora, son capaces de ver más allá de los ERE en curso?, ¿dónde están los estudiantes, son capaces de ver más allá de Bolonia), ¿dónde están los colectivos sociales que dinamizan la actividad social, son capaces de ver más allá del aborto, el matrimonio entre personas, la violencia de genero, el medio ambiente etc.).

El partido socialista hace su trabajo, he participado en la elaboración de enmiendas en el reciente ultimo 37 congreso federal, y de el salio un documento ideológico renovado a los momento actuales, por un estado más laico, más progresista, más regulado, con una presencia mayor del estado en todos los ambitos apuntalando una mejor vivienda, un sistema sanitario de cobertura universal, un estado que garantice las pensiones, las coberturas de desempleo, y reoriente nuestro tejido industrial y productivo hacia las nuevas tecnologías, la innovación, y las energías renovables, solo falta leer el texto final del congreso.

En el ámbito de nuestra comunidad, (Madrid) hemos renovado las personas y el mensaje con nuestro candidato Tomas Gómez, y nos sentimos con ganas para plantar cara ideológicamente a la derecha más reaccionaria representada por Esperanza (manos largas),  en la Comunidad de Madrid es muy sencillo se trata de desmantelar todos los planes urbanísticos elaborados hasta la fecha por los (¿Compinches?), y orientar el crecimiento de los pueblos y las ciudades a los ciudadanos.

En el ámbito municipal un tanto de lo mismo, en mi agrupación de Tres Cantos se redactó un programa electoral del cual nos sentimos satisfechos todos los que trabajamos en su redacción.

Pero, la crisis avanza y los postulados ideológicos son solo referentes, en la practica cada uno de nosotros sabe más de móviles, de coches, de pantallas planas, que de ningún panfleto o programa electoral.


Pero la crisis avanza y el gobierno toma medidas (por ejemplo los 8.000 millones para hacer obras en todos los pueblos de España), y la crisis sigue avanzando y el margen de juego de nuestro gobierno con respecto a la políticas de gasto e inversión publica se ve comprometidas por el margen de maniobra que le dan las reglas de juego de la Comunidad Europea.

En el pasado la capacidad de subir o bajar el precio del dinero, la capacidad de hacer billetes verdes, la capacidad de endeudamiento publico, era solo decisión soberana de cada estado europeo, pero en la actualidad estamos en el Tren de Europa, y estamos enganchados como un vagón mas, el trabajo del Partido Socialista esta en hacer prevalecer nuestro enfoque socialdemócrata de la economía frente a resto de países en su mayoría con gobiernos de derechas.

Estamos en nuestro derecho de pedir al gobierno, más medidas progresistas, y que en la crisis actual actúe más contundentemente, y alguno de nosotros le chivariamos al oído al presidente Zapatero más de una medida audaz, como por ejemplo hacer efectiva la nacionalización de las Cajas de Ahorro para conseguir llevar los créditos a las empresas y particulares.

En la ecuación Comunidad Europea, Gobierno de Zapatero, crisis del 2009 (tres millones y pico de parados), las medidas a realizar o son concertadas con el resto de países europeos o simplemente no son posible o muy peligrosas.

En la ecuación crisis 2009, y comportamiento individual, pasa por reencontrarse con los postulados que nosotros mismos hemos llevado a nuestro ideario y hacerlos cumplir con el ejemplo. Menos derroche, más solidaridad, menos vellocino de oro, deshacernos de nuestras hipotecas trampa y pasar a casas de alquiler, dejar el coche aparcado y utilizar los medios de transporte colectivo.

Muchos de nosotros, solo hemos cambiado un par de bombillas eficientes por las nuevas mas ecológicas, hemos cambiado el frigorífico por que se nos hace viejo y al campar el moderno optamos por uno más eficiente, pero en casa, ha crecido el consumo de energía, nos encontramos con más de un televisor, más de una consola, más de un ordenador, más y más, y nos sentimos reconfortados con las dos bombillas de 12 watios y nuestra cuota a una ONG.


Podemos pedir más medidas al gobierno para garantizar que todo continúe, pero eso ya no es posible ha habido una ruptura espacio tiempo, y el canto de sirenas del sistema capitalista se ha ido por el retrete, no podemos seguir jugando a la consola en la pantalla plana y a la misma vez pedir una respuesta dura, fuerte y autoritaria por parte del papa estado.

Estoy con Lakoff y sus marcos conceptuales (ver «no pienses en un elefante», de la editorial complutense), hay un modelo el del Padre autoritario, el papa estado dicta las normas, establece la línea que separa los buenos de los malos, y tiene la autoridad y el garrote en la mano para aplicar sus principios, y esta el modelo del «clan solidario», donde se establece como prioridad el respeto al medio ambiente, el desarrollo sostenible, y el consenso y la solidaridad en todos los ámbitos de la vida publica y privada.

La solución a la crisis esta ahora siempre en aborrecer y sacar de nuestros comportamientos la intoxicación del ideario liberal, hacer crecer las ciudades en infraestructuras mejorar la movilidad, hacer que sea posible una vivienda social para todos, mejora la educación, la sanidad, y las prestaciones sociales.

La crisis es poderosa y actúa por nosotros, nos quita el protagonismo y decide por si sola, despoja de los bienes a muchos de nosotros, y nos deja a la tutela del estado, en ese mismo instante el estado aun sin estar convencido se transforma en un estado protector.

La actuación de los poderes públicos será determinante a la hora de pasar pagina a la crisis, pero lo será también la suma de todos los esfuerzos individuales, de sal suma de todas las bombillas cambiadas, de la suma de los coches eléctricos que circulen por las calles, de la suma de casas con los electrodomésticos justos y necesarios, de la suma de leerse y trabajar nuestras ideas.

El trabajo esta en quitarle el protagonismo a la crisis a costa de sumar esfuerzos individuales, España es diferente, se ha visto perjudicada más que sus vecinos por La suma de la tormenta propia del ladrillo, a las tempestades financieras de fuera, de la misma manera para salir de ella solo hace falta encontrar a un millón de inmigrantes que puedan optar por las casas que hoy están vacías, no es una quimera, ni es una idea nueva, los pasaportes a los que optan cientos de miles de descendientes de españoles en Latinoamérica, pueden ser el acelerante para estabilizar los efectos perversos de esta nuestra crisis.


Se que una vez que releo lo que escribo suena a comedura de tarro, pero de eso se trata de hacer un lavado a nuestras ideas, salir del síndrome de Estocolmo que supone estar en el espejismo del viento favorable de la economía de los últimos años, y pensar con ideas propias, trabajar con elementos propios, apagar la radio y conectar el sistema nervioso central, solo hay dos principios «ser solidarios» y «respetuosos con el medio ambiente», no son diez sino dos los mandamientos que hay que hacer valer, todo lo que no encaje en esto dos principios son ideas basura que hay que reciclar.

Saludos