No temáis no os voy a contar el final de la peli.
Primer acto la mujer un cero a la izquierda.
La mujer es un cero a la izquierda en Judaísmo, Cristianismo y Islam, nunca he entendido por que hay creyentes femeninas en tales religiones, en las que no hay ningún papel relevante para las mujeres, bien en cambio son sujeto de las proyecciones mas adversas del mal. Se han quemado a brujas y hechiceras, pero a ningún hombre.
Los curas y sacerdotes, los obispos y los arzobispos, y los papas, todos son hombres, y hacen una lectura, machista de una religión machista, la mujer solo tiene un papel en la tierra, madre, esposa, y niñera. No piensa, no siente, no entiende las escrituras, y no tiene ningún papel ni pequeño ni grande a la hora de expandir la “palabra”, en una religión de apóstoles (masculinos), en busca de profetas (masculinos), y dioses marcadamente masculinos. (dios, hijo y espíritu santo)
No puede haber un ejercicio de misógina mayor, una religión de hombres para hombres como si fuera una orden de caballería. Santos Cruzados, lejos de casa, de sus hijos, de sus familias, de sus mujeres, para vivir en libertad su credo e ir en busca del santo grial o lo que es lo mismo tan grillados como vulgares Quijotes.
Segundo acto. Los católicos los malos de la peli.
Estamos acostumbrados a ser los buenos de las pelis, nos identificamos fácilmente con ellos, por que piensan igual que nosotros, sienten igual, y normalmente tiene el mismo color de piel. Difícilmente nos sentimos identificados en una película hecha por indios americanos en la que los malos son los guapos soldados azules de caballería.
Ver una horda de extremistas/integristas cristianos vestidos como musulmanes, arrasando el centro cultural de una ciudad, no es algo de lo que nos podamos sentir orgullosos, ni son los héroes a los que tenemos que emular.
Que un obispo lea la Biblia para poner en pie guerra civil a un pueblo, suena a publicidad pagana o laica, que los judíos fueran expulsados de Alejandría por los cristianos, es un tanto inverosímil.
A nadie se le pasa por la cabeza que los católicos, echen por la fuerza a moros y judíos de su tierra, eso solo pasa en oriente, occidente esta vacunado de ese tipo de tropelías.
Lamentablemente, en el siglo XXI, las religiones siguen siendo mujerofobas (misóginas), y siguen siendo enemigas de todas las demás creencias divinas o no divinas.
Tercer acto, Odisea desde el espacio.
Amenabar necesita hacer tomas de la “Tierra” desde el espacio para sacar al espectador del dilema de tener que escoger por unos o los otros, o mejor dicho nos da algo de oxigeno al sacarnos tan rápidamente y lejanamente de tales hechos, pasamos de tomar partido a ser espectadores a cientos de miles de kilómetros. Al igual que en “Odisea en el espacio” la grandeza del cosmos, nos aleja de las miserias de y de las equivocaciones de los hombres.
Las estrellas y sus estelas como metáfora del comienzo de la conciencia del ser humano frente al atavismo primitivo de las grandes religiones, y las estrellas y sus orbitas como el comienzo del fin de la ataduras del pensamiento mágico religioso de los primeros días de la humanidad.
En el puente del Pilar de 2009, en Tres Cantos, los espectadores se quedaban mudos y fríos al final de la peli de Amenabar, la mayoría no entiende el camino de las estrellas están atrapados en el miedo ancestral a los dioses machistas y caprichosos dueños de sus almas.