No todas las palabras tienen la misma carga, cada una de ellas tiene uno o varios significados, y muchas veces ligados a procesos simbólicos y/o semióticos que están a su vez enraizados en procesos que nos llevan al nexo de contacto entre el consciente e inconsciente individual por un lado por otro más vago y confuso pero no menos importante con “lo colectivo”, que un junguiano llamaría “inconsciente colectivo”.

Lo colectivo se manifiesta en nuestra mente de una forma simbólica utilizando arquetipos, que para simplificarlo mucho son “palabras clave” que despiertan en nosotros procesos cognitivos, de conciencia o de edificación de la personalidad.

Los antiguos dirían que los sueños les hablan y de ello pueden depender conductas pasadas, presentes o futuras.

“Los occidentales hemos perdido el dialogo con nuestros sueños pero tenemos otras pesadillas que nos gritan a todas las horas”.

La luz de la conciencia nos hace libres de los delirios del inconsciente, pero las palabras, los símbolos,  los arquetipos son elementos poderosos que de la misma forma que no permiten hacernos una imagen del mundo que nos rodea, nos dan forma, y esculpen nuestra personalidad y nuestro carácter y por lo tanto determinan nuestros actos.

La lectura de “No pienses en elefantes”, nos revela la existencia de marcos conceptuales, las palabras, nunca van solas, siempre lo hacen en largas cadenas que una lleva a la otra.

Padre, autoridad, “lo correcto”, “lo mejor”, “el ejercito es necesario y te salvará y protegerá de ti”,  “la figura paterna que te libra de dilema que representa filtrar lo bueno y lo malo”, la frontera como línea imaginaria en el horizonte y que delimita un territorio dentro de la cual uno se siente protegido por la ley del Padre.

Padre no solo es una palabra, sino que forma parte de una cadena de significación en nuestra mente muy difícil de romper, que consigue representar una constelación simbólica que hace escorar a nuestra mente en la línea de dicha cadena (condena),  “como luces de un belén, cuando le damos al interruptor un número indeterminado de ellas brillan”

La cadena de significados “Padre”, nos ayuda a entender y tener una visión del  mundo, pero también nos condiciona nuestros actos y moldea nuestro carácter.

Lakof, nos advierte en su libro que estas cadenas de palabras o marcos conceptuales modelan el cerebro incluso en el plano físico de las conexiones neuronales, el cerebro responde creando un nuevo “hard” para mejor procesar el “soft”. El resultado es una mente que se rehace, según lo inputs, hasta el extremo de auto-configurarse adaptativamente ante los nuevos modelos (marcos conceptuales). En lenguaje de calle diríamos que nos hemos dejado comer el coco, o que actuamos de forma blanda (poco juicio) ante los nuevos mensajes imperantes.

No pienses en elefantes”, es un producto de su tiempo, un tiempo en el que los USA, tenían un presidente neocom que fue alzado al poder ayudado por importantes lobbies, que represen a importantes corporaciones industriales relacionados con el armamento, y las materias primas.

Estos lobbies sufragaron laboratorios de idas, a la misma vez que copaba innumerables medios de comunicación para garantizarse la difusión de sus mensajes.

Los americanos acabaron convencidos de la necesidad de invadir Irak, como respuesta a la idealización de la figura del Padre, y la justicia, y si tenemos una pistola (léase un ejército poderoso) la utilizamos, puesto que tenemos la razón, y llevamos el bien allí donde nuestro ejército nos lleve.

La invasión de Irak, no solo es la respuesta a un atentado, es una guerra global y ensayo para un gobierno global. Confeccionar una lista de países buenos y malos, difundir una baraja de cartas con las caras de los malvados, a la misma vez que se traza una línea imaginaria en el suelo y en la conciencia de todos que nos obliga a situarnos a una lado de la frontera, a tomar partido, y ser partidos en dos por un dilema moral ajeno.

Hacer y tener actualizada una lista de terroristas globales para colgarla en todas las comisarias del planeta, tener la potestad de distinguir entre, pistoleros, guerrilleros, mercenarios, paramilitares, piratas y terroristas por un lado y por otro “ejércitos de salvación”, solo es posible para aquellos que se identifican con estar a la derecha (del Padre), y a los que a la derecha del Padre se hacen aristócratas, y con la derecha buscan instintivamente la espada para blandirla ante el enemigo, (objetivo o diana dibujada por la figura paterna).

Cuando en un ejercicio de correspondencia o analogía intentamos buscar los marcos conceptuales promovidos desde la derecha española, no los encontramos en primera persona, los laboratorios de ideas conservadores españoles no existen como tal, se han limitado a ir detrás de la estela conceptual marcada, dirigida, escrita en los malos guiones cinematográficos  con letras de pólvora desde el pentágono.

Aznar, y cia, no han pretendido elaborar un discurso propio, desde el puente de mando de las FAES o desde la acción de los años de gobierno del PP, solamente han sido imitadores, replicadores, o “correas” de transmisión (y también de corrupción) de los dictados que provenían de los neocom americanos.

El modelo conceptual impostado ha obrado cambios en el orbe de las palabras, si hace 20 años, queríamos leer las gestas de movimientos guerrilleros en América latina hoy difícilmente se encontrará mención de guerrilla y defensa de la democracia en una frase aunque el enemigo a combatir sean feroces gobiernos totalitarios, el leguaje se ha simplificado no caven matices, solamente se habla de acciones terroristas.

En España ni las más sangrientas acciones de ETA había conseguido equiparar acciones terroristas con acciones guerrilleras, nunca se había yuxtapuesto la imagen del Ché con un encapuchado etarra. Siempre hemos tenido claro las líneas  los perfiles y los roles detrás, de un antiglobalización, un okupa, un sindicalista, un solidario, un progresista, un verde, un manifestante del mayo francés, entre otras razones porque nos habremos disfrazado durante un tiempo de uno varios de estos papeles pero nunca nos hemos puesto una capucha, nunca nos hemos acercados ni a los huevos de serpiente ni  sus frutos.

Hoy la derecha resucitan el viejo grito de “viene los anarquistas”, los malos, los que matan curas, queman iglesias, y nos quitan las propiedades, para añadir en la baraja de los enemigos del sistema confeccionada por los americanos a todos  los personajes con referentes progresista.

Anarquistas, terroristas, anti-sistema, socialistas, la internacional, sindicalistas, todos ellos tienen una carta en la baraja.

Una alumna aventajada de la escuela y secuela de Aznar, Esperanza Aguirre desde la atalaya de la libertad de elección, esta una faena orwelina de rescribir la historia, redefinir la palabras y destronar los lideres laureados del  pasado. “No” al mayo francés, “No” a la izquierda, “No” al canto de la internacional, “No” al personaje progresista, cuando a este no se le puede comprar como tertuliano en un medio afín, divulgando la disolución y la asimilación al mismísimo y característico  estilo “borg”.

Para explicar el fenómeno Espe, nos hemos de aupar en la relectura de “apocalípticos e integrados” de Umberto Eco, dos modos contrapuestos de entender el mundo (todos los símbolos, todas las palabras). Los apocalípticos, son los visionarios que manejan siempre escenarios negativos, los aristócratas dueños de las tierras y sus posesiones, que se aferran a rígidas estructuras morales para hacer un muro en defensa de sus intereses, y su cosmogonía, siempre paranoicos ante los cambios, siempre conservadores, siempre de derechas, todo va mal, todo es crisis, y “por  consiguiente” necesitamos del héroe salvador para restablecer permanentemente el orden a la derecha de Padre.

El héroe como icono de la cultura de masas, el héroe salvador de todos los comics, de todas las situaciones difíciles o absurdas, en una necesidad imperiosa del guion, una vez que se describe una catástrofe nuestro intelecto busca, espera al héroe. Con este simple discurso, esparcir la idea de “crisis”, ya sea de valores ya sea económica, también se consigue manipular las mentes de todos al hacerlas reaccionar en el sentido de buscar un “salvador”. Difícilmente el cerebro en esta situación busca en sí mismo los mecanismos y las energías necesarias para salir adelante, la lectura de cientos de miles de comics, la visón de otros tantos films de héroes de villanos o de catástrofes, nos condiciona el análisis de la realidad y de los sueños despiertos que representa ensimismarse en un film salen las voces que nos piden a gritos que el héroe salga pronto y salve a la chica en peligro.

Pues bien los tanques de ideas necom españoles, no salen a la palestra con un guión simplemente improvisan su propio absurdo personaje, que no es otro que repetir un y otra vez que todo va mal, todo ha de ser arreglado, por favor que venga “correa” o un “bigotes” y organice un mitin como dios manda.

Bien vestidos, (no importa la procedencia del traje), complementos caros a la vista, siempre con elementos relucientes para aumentar su reluciente sonrisa, poca o nula cultura, poca o nula vergüenza para contar y mostrar su estatus cuasi aristocrático, buen coche, no se arruga cuando dice sentirse libre de conducirlo bebido pero en ejercicio de su libertad infinita, no pide trabajo, ni trabaja, “presta sus servicios”, este personaje micrófono en mano, venga a cuento o no, repite una y otra vez “esto va mal”, y por la estética de su personaje da el mensaje no menos importante “yo he triunfado”,  y tú también si lo primero que haces es vender tu alma a un capitalismo salvaje de un libre mercado sin tutelas.

El triunfo que destila el personaje, es el “yo lo he conseguido”, el todo vale si hay un buen beneficio, tu puedes conseguirlo si te despreocupas del gasto         que supone la acción solidaria de mantener los servicios básicos como la educación, la sanidad, la igualdad, y los mecanismos para compensar las desigualdades sociales, no pagues impuestos, no mantengas un estado caro, compra y vende parcelas sin pensar en la especulación, fíjate en mi y en mi imagen para poder tener por ejemplo un “infinity ultimo modelo con unos airbags que te cagas”. Beneficio sin importar su desmesura,  hipotécate en una casa de una súper urbanización con campo de golf incluido, permíteme comprar y vender cadenas de televisión y radio, para replicar mi imagen de éxito hasta el infinito fíjate en mi sonrisa, en mi traje y en mi reloj de marca.

Mantén tu interés en la marca de mis zapatos mis calcetines permanentemente nuevos, mientras me permito, contratar eventos mundiales con dineros público, para tener mejores escaparates para redundar aun más mis mensajes, mis imágenes, mis logros. Desalojemos a los vecinos indeseables de las zonas urbanas susceptibles de futuras mejoras (espe-culaciones). Consigamos más dinero para tener aun más cadenas de televisión, más radios, más beneficios, más especulación, y podrás entrar en el reino de los portadores de relojes caros, (muy muy caros).

El mensaje que sale de la boca del héroe y su disfraz (su traje comprado con dinero negro), es “la crisis”, de la cual solo se puede salir son figuras Padre-salvadoras-Héroe-legendario, y el mensaje subyacente que emite su envoltorio, su estética, es la del triunfo del todo vale.

Palabras, mensajes, símbolos, estética van de la mano y redundan en una cosmogonía (idea del mundo) auto-mantenida y retroalimentada, en este despliegue la imagen de un corrupto, es la imagen del éxito. Fabra, Camps, Matas, la familia de personajes salida del caso “correa” están inmunes a su autocritica, no hace falta que hablen (palabras=mensaje), aun en silencio, estos personajes de comic en sus “trajes” y con sus complementos  con su “estética” hacen apología de un sistema retroalimentado.

En la teoría de la comunicación moderna, todo acto de comunicación está compuesto de “mensaje”, “canal”, “significado” y “estética”.

Mensaje es igual a analizar cada palabra literalmente por sí misma, como suma de reglas de ortografía y sintaxis. Canal es igual al medio utilizado para divulgar el mensaje. Significado/s es hacer un estudio del texto en busca  de la utilización de los símbolos, arquetipos, desmenuzar las palabras para ver todos los aspectos semióticos (significación) de cada una de las palabras individuales. Estética es igual al estudio de la puesta en escena, en el pasado los mensajes escritos carecían de estos análisis, pero los tiempos modernos en todo mensaje hay un componente audio-visual, siempre hay un personaje envuelto en su disfraz, siempre hay unas imágenes, y muchas veces ya no hay texto, solo imágenes, solo símbolos, en estos casos la estética ha yuxtapuesto los planos de significación, y representación (imagen).

¿Qué pasa cuando la izquierda por el hecho de medrar en las clases medias aparece en público con la estética de la derecha? Es decir buenos trajes, sonrisas pulidas en blanco, orgullos tener algún máster en su curriculum, pues muy sencillo no hace falta que hable, y si lo hace, no es importante, el canal, la estética, el significado se vuelve en su contra, el héroe que representa es el héroe de la derecha.

Una frase repetida hasta la sociedad, es la de ¿Quién conoce a tal o cual personaje de la izquierda?, no tenemos una presencia propia en los medios, o los medios no nos dan tiempos para nuestros mensajes, por lo que el final de todo ello es que a nuestros referentes no se le conoce.

Pues bien niego la mayor. Tenemos que dejar en casa el disfraz de la derecha, tenemos que optar por nuestra propia estética, fuera los trajes caros volvamos a los jerséis del señor Camacho (CCOO), recuperemos y reactualicemos nuestra imagen pública. No se trata tanto de ser cutres o “retros” como la necesidad de dar una imagen distinta, promovamos una búsqueda una nueva imagen social, hoy no solo cuenta la palabra, el significado, reencontremos con una imagen propia. Hagamos trabajar a nuestros diseñadores, a nuestros creadores disfracemos de “El pernales”, y no de Camps, Fabra o Ricardo Costa.