No hay tregua, todos los días son movidos, en mi despacho hay un lema que preside mi despacho: “mantén la calma”, PERO NO MUCHO.
No hay día en el que una impresora no de por saco, ya sea porque se atasque el papel ya sea porque nos hemos quedado sin toner, ya sea porque el “coprint” se ha parado.
Las Impresoras nos marcan el paso, ya sea en el almacén, ya sea en alguna sucursal, ya sea en la planta de arriba. Soñamos con impresoras, tanto que a veces las impresoras por si solas listan listados que nadie pide, no es broma es como un fantasma que arrastra sus cadenas, un listado del año 1984 de 300 paginas que no para de salir, los albaranes parados hasta que el listado fantasma para de reírse de nosotros.
No hay remedio, cambiamos de impresoras, cambiamos de proveedor, intentamos salir la maldición gitana con el “coprint” y nos metemos de lleno en un sarao mayor.
Y cuando las impresoras nos dejan (no se quejan) hacemos otras cosas.
En el departamento hay dos despachos, uno donde trabajan mi segundo y mi tercero y otro donde yo me escondo de las impresoras, basta decir que en mi despacho no hay impresoras.
Mi segundo es el especialista de los cables, nos ha enseñado lo que significa “grimpar”, palabra linda donde las haya, no es impar, no es par, es “grimpar”, mientras escribo estas líneas los cables de la delegación de Benidor, están siendo “grimpados”, teléfonos y ordenadores quedan a nuestra merced una vez que Juan termina de hablar a los cables, Juan le susurra a los cables.
Mi tercero, es un “trekker” con la espada laser de Obi Wan Kenobi, hace frente a los virus y malware que se quedan en la puerta (firewall) asustados. David con una mano hace frente a las impresoras zombies, y con la otra pone a la compañía Telefonica a caldo para que nos resuelvan cuanto antes la última incidencia.
Yo soy el “capi” “Green Screener”, el defensor de la pantalla verde, 30 años al servicio de la pantalla verde, mi relación con Impormovil se empieza a escribir sobre el año 1.988, con los primeros programas, en equipos IBM Sistema 36.
Todos los relatos de los usuarios tienen las mismas expresiones, a saber, trabajo mucho y quiero que se haga “automático”, y yo al otro lado de la mesa solo pienso en “verde” no tanto porque coma mucha lechuga, no tanto porque no me guste la energía atómica, mis neuronas funcionan con un fluido verde, sangre ya no me queda, por ello los virus pasan de mí.
Mientras escribo esto, las impresoras zombies, ya han tomado la primera planta, y están rodeando el almacén, pero me llegan noticias que los pistoleros apuntan sus “laser” a los códigos de barras de las impresoras para mantenerlas a raya.
El juego no es de tronos, es poner La “Enterprise” o AS400 apunto, todos los días conectada (toco madera), no descansa, no decae, que me giña con su gema “verde” del infinito todas las mañanas, y yo le sigo el cuento, y mi lamento es no poder pedir a nadie que mi mucho trabajo, se haga “automático”.
El “capi”