La fortaleza de la distribución en los últimos años a ejercido una enorme presión a la baja no solo a los productos en origen, sino que también en los salarios de los integrantes en la cadena de suministro.
Hay consenso político para prohibir vender a perdidas en la cadena de suministro, estas prácticas habituales en las grandes superficies que utilizan los precios bajos de determinados productos como gancho para atraer a los consumidores a sus establecimientos. Las carnes de pollo y cerdo son los productos de granja habituales, así como frutas y hortalizas en los productos del campo. Las grandes superficies utilizan su poderío económico para vender a perdidas algunos de sus productos, que como derivada trae el empobrecimiento de las rentas de las explotaciones agropecuarias, al imponer unos precios cada vez más bajos.
Una parte importante de las cosechas, no llegan a la cadena de suministro porque no sale rentable su venta, o expresado de otra forma los agricultores no ceden a la extorsión de las cadenas de distribución, todo lo expuesto esta cada dia en los medios de comunicación, y hay leyes en el horizonte tanto a nivel nacional como comunitario para mediar ante estas injusticias.
Las cadenas de distribución no dan por perdida la partida y estresan los mercados con la importación de productos de orígenes en los que los costes de producto no están sujetos a regulación alguna y compiten de forma desleal con los productos de cercanía.
La pandemia y las consecuencias de cambio climático, ponen en jaque los flujos de mercancía a nivel planetario al cuestionar el alto coste medioambiental que supone mover a grandes distancias las mercancías, y obliga a las instituciones buscar soluciones de calado para consumir productos de cercanía. Los barcos y el transporte aéreo en estos escenarios moverán menos mercancías, pero “los camioneros” seguirán siendo una parte indispensable en la cadena de suministro.
Las mismas presiones sobre el coste de los productos se han trasladado al sector de la logística, sobre sus procesos y sobre los salarios de los intervinientes en dichos procesos. La informatización de los procesos, la mejoras en I+D, han hecho más eficientes y han mejorado los costes de la distribución estos últimos años, pero están mejoras tienes sus límites.
Las cadenas logísticas al mismo tiempo se ven expuestas al poderío de los portales de venta online, que para ofertar el sobre coste mínimo en el trasporte de sus tiendas online al cliente final, tienen que tirar sus precios para poder ocupar parte de sus recursos logísticos.
El salario mínimo por los suelos, y las tensiones expuestas sobre los productos y la cadena de suministro, hacen mella sobre el salario de los camioneros.
¿Por qué no es atractiva la profesión de camionero para los jóvenes? La respuesta está en la desmotivación por los niveles de salario, a la tremenda responsabilidad de llevar 40 toneladas de mercancía a la espalda, y a las largas jornadas fuera de casa en muchas ocasiones, dificultando la conciliación familiar.
Posiblemente aún hay más margen de mejora en la logística, rebajando coste con la mejora de procesos, y esperando que el precio de petróleo baje, posiblemente hay posibilidades que conductores de camión acepten conducir con salarios cada vez menos competitivos.
Pero, la solución al problema de la falta de camioneros disponibles (también en el Reino Unido) pasa por mejorar los salarios y sus condiciones laborales.
La industria y las explotaciones agrarias están en jaque por la falta de camioneros, el origen de este déficit está en comportamiento del liberalismo económico empecinado en la reducción de costes laborales para la mejora de los márgenes de las empresas, pero estas políticas tienen su pared, y sus límites.
Hoy la carestía de procesadores (chips) paran las cadenas de producción en toda Europa, mañana será la falta de camioneros.
Los camioneros son contratados o autónomos; si trabajar por un salario que se equipara cada dia al salario mínimo no motiva, menos interés suscita, endeudarse en una cabeza tractora y poner el futuro de tu familia a la tiranía que te hacen doblar la rodilla por servicios de miseria.
El problema de salarios de pobreza no solo afecta a los camioneros, pero centrándonos en el mundo de transporte, el futuro de la cadena de suministro, no solo pasa por producir en cercanía a las necesidades, no solo pasa por mejorar la eficiencia energética de los camiones, no solo pasa por mejorar en I+D las empresas logísticas, no solo pasa por mejorar las carreteras y las condiciones laborales de los camioneros mejorando las áreas de servicio en ruta, pasa por un salario digo y atractivo para los jóvenes.
En España la patronal se enroca en la negación de subir 15 euros el salario mínimo para justificar políticas y prácticas de economía liberal, pero se equivoca está generando un problema mucho mayor, los trabajos esenciales no están solo para servirnos en tiempos de pandemia han de tener salario más atractivo.
Hay una carrera alocada de convertir el salario mínimo, en el salario máximo, y esto como el éxito máximo de las patronales. Pero ¿quién va a poner en marcha la cadena de suministro?, una solución a medio plazo es crear un cuerpo de funcionario del estado cuya labor es garantizar los suministros esenciales, que pasan por el 50% de todas las mercancías que se mueven por carretera. Que se les pregunte a los británicos que el primer paso es poner a los militares (funcionarios) al volante de los camiones para garantizar el suministro de la gasolina a las gasolineras.
También se puede proponer la creación dentro de la UME, de un batallón de camioneros para que la cadena de suministro no se pare, es una barbaridad formar a militares durante años para que su función principal sea la de conducir camiones.
Estamos ante un choque cataclísmico entre los intereses de las políticas económicas liberales y las políticas que deberían sustentan el estado de bienestar.
Cuando se plantea que el pecio de venta no puede ser menor al coste de producción del producto en condiciones laborales que respeten los derechos sociales, también está implícito que el coste logístico de trasporte de la mercancía desde origen hasta la estantería de las grandes superficies, esta incluido en el escandallo de coste del producto, y que los trabajadores que intervienen en la cadena de suministro tiene un salario adecuado a sus funciones.
Las profesiones esenciales están en peligro de extinción, no atraen a los jóvenes formados en una cultura que ensalza el liberalismo económico. La formación profesional no se incentiva no se canaliza adecuadamente y atrás en el tiempo queda la burbuja inmobiliaria que empujaba a los jóvenes a trabajos en la construcción bien pagados, hoy se ha expulsado a toda esa mano de obra por la avaricia de unos pocos (crisis financiera), y hay un gran déficit de mano de obra especializada.
¿Faltan Camioneros? ¿Faltan Camareros? ¿Falta mano de obra en las obras pendientes de iniciarse? La respuesta está en loa falta de seducción del salario actual de estas profesiones, no hay interés porque el salario no es justo, no es atractivo, y no saca de la pobreza a los nuevos trabajadores.
El paro no es el paraíso de los trabajadores, todos desean mejorar el nivel de vida de sus familias, trabajan para dar cobijo, comida, y buena formación para sus hijos. El paro es la ineficiencia de los sistemas económicos que priman los beneficios de actividades empresariales sin escrúpulos ni principios, frente al derecho al trabajo, a la alimentación, a la vivienda, al estudio y al ocio responsable.
¿Cómo es posible las cifras de paro?, ante los retos que representa la transformación de los procesos económicos para frenar las tragedias de un cambio climático desbocado.
Producir y consumir con principios éticos, que garanticen el estado de bienestar, la economía circular, y el respeto al medio ambiente
50 millones de subsaharianos esperan la entrada en Europa para cubrir los déficits de mano de obra, estamos perdiendo el tiempo hay que formar en origen a los trabajadores que han de cubrir parte de la falta de mano de obra.
Enlaces y documentación en medios:
Un estudio asegura que hacen falta 400.000 camioneros en Europa
La falta de camioneros amenaza el suministro global
¿Por qué faltan camioneros en el Reino Unido y la Unión Europea?
Emergencia: se buscan 15.000 camioneros en España
Se avecina un colapso alarmante de la oferta! Hasta 400.000 camioneros están desaparecidos en Europa
Paco Herrera Rubia Camioneros en Ruta